
Este es el último artículo del 2023 y con el te cuento lo que yo siento que pasó y que deberá pasar (si trabajamos) este 2024, pero te lo contaré como una carta que haré desde mi corazón.
Disfrútala conmigo:
QUERIDO 2023
Para empezar, te daré infinitas GRACIAS por este año tan maravilloso que me brindaste, un año donde te encargaste de enseñarme y mostrarme en qué debía trabajar, qué debía aprender y vivir con mis emociones al límite.
Me enseñaste la importancia de sanar mi niña interior, de reconocer que está bien saber que hay heridas, dolores y traumas no resueltos que salen a la luz cada vez que se me presenta una situación que de manera inconsciente me detona, en cualquier área de mi vida, me enseñaste que está bien llorar, que está bien sentirme perdida y sobre todo que ESTÁ SUPER BIEN pedir ayuda.
Me enseñaste la importancia de PONERME LÍMITES y que los límites no se ponen para los demás, sino que yo decido hasta donde llego con cada situación, emociones y personas.
Me enseñaste que las amistades se acaban y que está bien vivir ese duelo y sobre todo que todo debía pasar como yo misma lo había atraído para mi vida y que si fue así, era para aprender.
Me enseñaste el valor de un hogar, la importancia de trabajar en equipo con la pareja y de aprender todos los días acerca del otro, me enseñaste la importancia de escuchar y no solo señalar.
Me enseñaste a ser una mejor mamá (vaya reto que me pusiste) tengo dos almitas casi idénticos a mi mostrándome todos los días desde el amor, el espejo que son y doy infinitas gracias por ello.

Me enseñaste lo IMPORTANTE que es sanar con mamá, de ponerme en sus zapatos, de verla con amor y compasión y entender que esa mujer es una berraca, porque cosa tremenda criarme y dejar en el mundo una mujer valerosa y eso solo es posible, PORQUE ELLA es 1000% más valerosa y me honra ser su hija.
Aclaraste y reafirmaste mi propósito de vida, crecí y amé todo lo que está relacionado con este propósito.
Aprendí amar, a perdonar, a entender.
Aprendí que no tengo que ser un ser perfecto sin errores, que los errores hacen parte de este camino maravilloso llamado VIDA.
Pusiste en mi camino y de manera totalmente inesperadas a personas maravillosas, reafirmaste otras que siempre han estado y alejaste otras que no esperé y aunque dolió, entiendo que hace parte de este camino de crecimiento, si es normal que personas salgan porque ya aprendiste la lección o porque ya no van en la misma sintonía.
TE AGRADEZCO cada alegría, todo el amor recibido y dado, todas las lagrimas porque limpiaron mi alma, todo el dolor que me enseñó alguna lección, todas las veces que me enojé y hasta las veces que me enfermé porque se que TODAS LAS EMOCIONES HACEN PARTE DEL SER.
NO CAMBIARÍA ABSOLUTAMENTE NADA, hoy entiendo que TODO era necesario y TODO me hizo crecer.

QUERIDO 2024
Llego a ti con el corazón abierto y dispuesta a recibir y seguir cosechando una realidad que ya creé para mí, te prometo seguir enfocada en el camino de seguir creando, aprendiendo, dando lo mejor que hay en mí.
EN el 2024 seguiré siendo consciente de mis emociones, seguiré sanando y aprendiendo lo que deba sanar y aprender y crearé día a día, el mejor año de todos.
Me comprometo a dar lo mejor de mi como mamá, esposa, hija, hermana, tía (aquí hay un gran trabajo), amiga, facilitadora y que pueda dejar algo bueno en cada persona que se acerque a mi y si por alguna razón reciben de mi lo no tan bueno, lo entiendan desde el amor.
Me comprometo a crear experiencias para los míos, viajes, salidas, encuentros, tiempo de calidad, conocimiento.
ESTOY LISTA PARA RECIBIRTE 2024
GRACIAS DE ANTEMANO.