Espero NO TE TOMES PERSONAL este artículo de hoy...

Es sobre mi y las decisiones que yo he tomado y que no importa si eres hombre o mujer, espero también te dé guía en tu camino.

Si me preguntas, todavía siento que aún tengo que estudiar más y más sobre el tema pero te voy hablar desde mi experiencia y como he tomado la decisión de NO SER MÁS LA SUPER MUJER EMPODERADA que trabaja desde su energía masculina.

Durante mi vida he tenido muy marcada mi energía masculina, he hecho cosas como:

Decir que no necesito ningún hombre, que yo puedo con todo sola, no permitir que otro hombre que no sea de mi familia me de dinero (además cuando dependí de un hombre, fue de un hombre narcisista que desde su inconciencia me dañó mucho, ojo y no lo digo como víctima, lo necesitaba en ese momento de mi vida y ahora lo agradezco), me volví proveedora y así una gran lista de características, competía con mi esposo, pero lo más grave es que entre más masculina era yo, más femenino se volvía él (hablo de energía y rol, no tiene nada que ver con sexualidad) al punto que yo era la que salía a trabajar y él se quedaba en la casa en cosas del hogar.

Y no me malinterpretes no te digo que no trabaje y que no tenga mi dinero y que no vaya tras mis metas o que mi esposo jamás deba volver cooperar con las cosas de la casa, hablo de que debe haber un equilibrio, que una mujer desde su feminidad puede atraer más dinero de manera saludable, puede dar amor y volver un hogar armonioso.

De hecho, todos los seres humanos tenemos ambas energías, una más sobresaliente que la otra y es como debe ser.

¿pero por qué tomé esta decisión?

Un día me sentí totalmente agotada no solo físicamente sino mentalmente, de ser la que competía, la que proveía, la que luchaba y sin nadie pedírmelo, la que era el papa de sus hijos porque así lo había decidido.

Amaría decirte que fue una decisión fácil y todo fue color de rosa, pero ya sabes, todo cambio genera un caos y mueve totalmente tu mundo.

•       Decidí que ya no trabajaría 14 horas diarias, sino 5

•       Decidí que me daría el permiso de ser “mantenida” por mi esposo, es decir el se encargaría de los gastos básicos con arriendo, comida y lo que se necesitara.

•       Decidí que pasaría más tiempo de calidad con mis hijos.

•       Decidí cuidar mi hogar y encargarme de él en casi un 80%

•       Decidí hacer plan de amigas y de niñas.

•       Decidí tener citas conmigo y sacar espacio para consentirme.

•       Decidí recibir ayuda.

•       Decidí estar en presente.

•       Decidí delegar tareas.

•       Decidí disfrutar sin culpa.

•       Decidí verme linda.

Y aún desde mi energía masculina:

•       Soy disciplinada

•       Organizo mis metas

•       Tengo mi dinero

•       Creo horarios

•       Organizo mis finanzas

•       Expreso mi punto de vista y otras cosas más

Pero hoy puedo decirte que vivo más liviana, me siento protegida por un hombre (mi esposo), y me convierto en una mujer que desde su máxima feminidad potencializo a mi hombre y juntos creamos un gran futuro.

Hoy pido disculpas publicas por criticar a esas mujeres femeninas que me estaban enseñando lo que debía ser, solo que aún no era mi momento.

Y para concluir puedo decirles (mi opinión)

Realmente es supremamente agotador como mujer, pretender mantener en tu energía masculina y hasta también por eso puedes subir de peso sin explicación.

Si esto resuena contigo he cumplido con mi misión

Si esto no te gusta y te repele, tranquil@ no pasa nada, toma las decisiones que creas que son las correctas para ti.

GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ

¡¡¡Nos vemos en la próxima!!!